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Síndrome del caracol ¿qué es y por qué ha aumentado?

Además de la infección Covid19, la pandemia también está provocando la aparición de trastornos emocionales tales como la fatiga pandémica o el síndrome de caracol. En el caso del síndrome de caracol, es habitual que ocurra en adolescentes o adultos jóvenes.

 

Definición del síndrome de caracol

El síndrome del caracol es un trastorno emocional ocasionado por la pandemia y la puesta en marcha de medidas restrictivas que, aunque permiten frenar la transmisión del virus, incrementan la sensación de soledad o aislamiento.

Con el objetivo de protegerse a sí mismos y a sus familiares, muchos jóvenes han reducido de manera considerable su vida social a una edad en que las relaciones interpersonales son especialmente relevantes para ellos. No acudir a sus actividades habituales deportivas, de ocio o académicas /laborales provoca cierto malestar físico y emocional. La incertidumbre y el contexto cambiante actual agudizan aún más estas sensaciones.

Como resultado, apenas salen de sus hogares y realizan un uso excesivo de las nuevas tecnologías o dispositivos electrónicos para suplir esa sensación de soledad. Sustentan por tanto su vida social en una dependencia tecnológica.

Una adecuada gestión del síndrome del caracol es clave para evitar que impacte en otras esferas de su vida (abandono de estudios, por ejemplo) o derive en trastornos más graves como adicciones, ansiedad o depresión.

 

¿Cómo reconocer si una persona sufre el síndrome del caracol?

El síndrome de caracol se expresa principalmente a través de alteraciones del comportamiento o cambio de hábitos sociales. Sus principales signos son:

  • Aislamiento. Las personas afectadas por el síndrome del caracol pasan demasiado tiempo en casa.
  • Adicción tecnología: uso excesivo de su dispositivo móvil o tablet.
  • Comportamiento: los jóvenes experimentan en mayor medida tristeza, apatía o carácter más irascible de lo habitual.
  • Miedo: a desarrollar la infección del virus. Especialmente vulnerables son aquellos jóvenes que conviven con personas de riesgo como mayores o enfermos crónicos.
  • Alimentación: los jóvenes afectados pueden variar su alimentación y adaptar malos hábitos en alimentación.

 

Formas de prevención

Para minimizar el impacto emocional que la pandemia puede ocasionar en los jóvenes, existen una serie de pautas que favorecen la prevención y adecuado manejo del síndrome del caracol:

  • Comprensión y empatía: es necesario ponerse en su lugar y hacerles ver que es comprensible que la situación actual provoque en ellos unas necesidades específicas a las que se debe prestar atención.
  • Diálogo: fomentar la verbalización de sentimientos o sensaciones de forma que se construya una relación de confianza en la que se puedan expresar sin sentirse juzgados.
  • Escuchar sus preocupaciones y necesidades.
  • Fomentar la realización de actividades en grupo. Siempre y cuando se respeten las medidas, es posible seguir realizando actividades en grupo.
  • Incidir que es una situación temporal: cada vez se dispone de más información sobre la infección COVID-19 y más recursos en su prevención y abordaje. Esto implica que las medidas sean cada vez menos restrictivas y favorezcan, en la medida de lo posible, la socialización.
  • Tranquilizar: el miedo a contraer el virus, ser asintomáticos y trasmitírselo a un familiar puede ocasionar que los jóvenes restrinjan excesivamente su vida social. En este sentido, es importante aportar tranquilizar y trasmitir que mientras se cumplan las medidas básicas (higiene de manos, mascarilla, distancia social y grupos reducidos en sitios al aire libre) es posible seguir haciendo actividades rutinarias sin que implique riesgo alguno.
  • Nuevas formas de ocio: la lectura, las manualidades o la música son buenas formas de evitar una alta exposición a las nuevas tecnologías en los momentos que los jóvenes estén en casa.
  • Además de estas recomendaciones, la OMS incluye fomentar que los jóvenes desarrollen y se impliquen en proyecto humanitarios. De esta forma, reducen el riesgo de aislamiento social y contribuyen al desarrollo de iniciativas necesarias para mejorar la calidad de vida de otros colectivos.
  • Valorar la posibilidad de acudir a un especialista.

 

El fenómeno japonés ‘Hikikomori’

Existe un término que proviene de Japón denominado ‘Hikikomori’ cuyo significado es apartarse o estar recluido y que tiene que ver con el aislamiento social de las personas.

Este fenómeno fue dado a conocer por el profesor de la Facultad de Medicina, Psiquiatría Social y Salud Mental de la Universidad de Tsukuba, Tamaki Saito, que observó una peculiaridad que derivó en trastorno: el aislamiento social y emocional en el que se veían inmiscuidos un porcentaje cada vez más relevante de veinteañeros. Es decir, retirarse del contacto social durante un tiempo.

Aquí, la pandemia ha traído una psicopatología de forma brusca y repentina. Los jóvenes han visto coartada su libertad en la segunda etapa más importante en el desarrollo de la psique: la adolescencia.

El “síndrome del caracol” define la respuesta que da el adolescente a esa necesidad vital de poder expresarse en tiempos de pandemia, la esencia de explorar límites, conocer y tocar.

Sin muchas más opciones, estos jóvenes han decidido suplir el contacto por pantallas, móviles, etc, donde a veces lo que encuentran son gritos, insultos, inseguridades y violencia. Esto provoca que desarrollen un creciente miedo a interactuar como siempre se ha hecho, a través del contacto.

Evidentemente, esto no sucede en en todos los casos.

 

Recuerda

  • El síndrome del caracol es el malestar físico y mental que la pandemia ocasiones en los adolescentes y adultos jóvenes.
  • Las medidas restrictivas y el miedo a contraer a virus están ocasionando en ellos un aislamiento social que provoca cambios en sus hábitos sociales, comportamiento o hábitos alimenticios.
  • Hikikomori es un fenómeno cuyo significado literal es apartarse o estar recluido y que realmente tiene que ver con el aislamiento social agudo de las personas.