La alimentación en el primer año de vida del bebé

Ante la confirmación de un embarazo,  los padres primerizos empiezan a albergar dudas sobre los cuidados de su bebé, como por ejemplo, la lactancia durante el primer año.

La edad infantil es un periodo de vida crítico en el que se establecen los hábitos nutricionales óptimos para conseguir el crecimiento adecuado y evitar enfermedades relacionadas con la dieta.

Algunas madres tienen dudas de su bebé crecerá igual si le alimentan con leche materna que con leche artificial. Lo cierto es que el aparato digestivo del lactante está adaptado a la alimentación láctea en los primeros meses de vida ya sea con lactancia materna o artificial y ambos son productos óptimos para el desarrollo del lactante.

Debido a la gran velocidad de crecimiento, al intenso metabolismo, a la falta de maduración tisular y a la precariedad de los órganos implicados en la regulación del metabolismo endógeno, la nutrición del lactante presenta exigencias especiales tanto en aspectos cualitativos como cuantitativos. Durante el primer año acontece una maduración funcional que permitirá la entrada progresiva de alimentos más complejos a partir de los 6 meses. En este momento se va introduciendo de manera progresiva una alimentación más completa y variada, pero la leche sigue siendo el alimento principal durante los 12 primeros meses de lactancia.

 

Lactancia materna

La leche materna es un producto de gran complejidad biológica, activamente protectora e inmunomoduladora,  que estimula el adecuado desarrollo del lactante. Se trata de un sistema que se estructura en tres fases: emulsión-glóbulos de grasa, suspensión-micelas de caseína y solución-constituyentes hidrosolubles.

Las principales variaciones en la composición de la leche materna afectan a una u otra de estas fracciones o fases. El aumento del contenido energético de la leche al final de la toma, correctamente atribuido al incremento de la concentración de lípidos, es la consecuencia del predominio de la fracción emulsión en la fase del vaciamiento de la mama. Sin embargo, al inicio de la toma, el lactante recibe una leche compuesta fundamentalmente por componentes hidrosolubles, que van siendo progresivamente sustituidos por los constituyentes hidrosolubles. Éstos, a su vez, acaban por ceder el paso a los componentes liposolubles de la fracción emulsión.

De esta forma, y a lo largo de una toma completa, el lactante recibe un producto dinámico, variable, con características distintas y ajustadas al momento específico en que se encuentra. Pero no hay que asustarse si el bebe decide no realizar la toma completa. Lo más recomendable es llevar una alimentación a demanda, independientemente de si se escoge una u otra forma de alimentar al bebé.

 

Lactancia de fórmula o artificial

Actualmente existen leches de fórmula muy similares a la composición de la leche materna, por lo tanto,  adaptadas a cada etapa del desarrollo del neonato, aportando todos los nutrientes que el bebé necesita de manera saludable y correcta.

Las leches de fórmula ofrecen una alternativa segura como alimento principal. Puede realizarse su administración de forma exclusiva o como complemento de una lactancia materna insuficiente (lo que se denomina lactancia mixta). Estas fórmulas industriales son opciones aceptables para sustituir la lactancia materna en niños menores de un año. A partir del año de vida, se puede sustituir la lactancia artificial por leche de vaca entera y fresca, ya que el sistema digestivo del bebé ya esta capacitado para digerirla correctamente.

 

¿Qué forma de lactancia es la correcta?

Ambas formas de lactancia son adecuadas para el correcto desarrollo de los neonatos. Incluso una lactancia mixta con leche de fórmula y leche materna contribuye positivamente a su desarrollo.

Gracias a la leche materna, se fortalece el sistema inmunológico, protegiéndole de virus, bacterias y enfermedades. A través de ésta, la madre transmite las defensas al lactante para reducir la probabilidad de desarrollar futuros problemas de salud y determinadas enfermedades respiratorias o alergias.

Esto no quiere decir que, si no optamos por esta vía de alimentación, el bebé vaya a desarrollar de manera contundente estas patologías. En el desarrollo de este tipo de problemas influyen  muchos más factores.

En cloclusión, hoy en día existen diferentes alternativas para alimentar a los bebés de la forma más adecuada. Lo más importante es mantenerse al día y disponer de la información necesaria y el acompañamiento de profesionales sanitarios que guíen por el camino más adecuado y ofrezcan la seguridad que tanto se necesita en esos momentos.

 

Recuerda:

  • Ambas formas de lactancia son adecuadas para el correcto desarrollo de los neonatos, incluso una lactancia mixta.
  • Tanto la lactancia materna como la lactancia artificial con productos adecuados son óptimas para el desarrollo del lactante.
  • La leche materna es un producto de gran complejidad biológica, activamente protectora e inmunomoduladora
  • Actualmente encontramos leches de fórmula muy similares a la composición de la leche materna.
  • Es importante mantenerse al día y disponer de toda la información necesaria, así como  el acompañamiento de profesionales sanitarios.