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La hepatitis, una patología común con nuevas variantes

En las últimas semanas la hepatitis ha estado en el foco de la actualidad debido a la aparición de casos de una variante de origen desconocido en pacientes pediátricos. A pesar del incremento de los casos, los profesionales sanitarios advierten que en España no hay motivo para la alarma, ya que la cifra de casos no supera a la de años anteriores.

¿Qué es la hepatitis?

La hepatitis es una inflamación del tejido hepático que puede afectar a pacientes de todas las edades, pero que es más prevalente en ciertas etapas, como la pediátrica. Existen hepatitis de diferentes tipos y  su clasificación se establece principalmente por la duración:  las  agudas y las crónicas. Estas últimas son de larga duración y el daño hepático se mantiene durante un tiempo.

Las causas de su aparición pueden ser:

  • Origen autoinmune: formación de anticuerpos que atacan y destruyen las células hepáticas.
  • Infecciones por virus (como las hepatitis A, B o C), bacterias o parásitos. En la edad pediátrica las causas víricas son las más frecuentes, debido a patógenos propios de la infancia como el adenovirus, virus de Ebstein-Bar o citomegalvirus
  • Daño hepático por alcohol o tóxicos
  • Medicamentos, como una sobredosis de paracetamol o hierbas medicinales
  • Hígado graso: mas típico de la edad adulta.
  • Alteraciones del metabolismo y de causa genética.

Es importante destacar que solo las hepatitis de causas infecciosas se pueden contagiar de unas personas a otras. Por otro lado, la hepatitis A se contagia a través de aguas contaminadas, de saliva y heces; la hepatitis B y C se transmiten a través de sangre y relaciones sexuales; y otros virus, como los mencionados previamente, se pueden transmitir por secreciones respiratorias, saliva y fluidos orgánicos como la orina o las heces.

Existen vacunas muy efectivas para las hepatitis A y B. De hecho, en España la vacuna de la hepatitis B está incluida en el calendario pediátrico. En cambio, la vacuna del tipo A es opcional y solo está indicada en determinadas situaciones de riesgo o viajes a determinadas zonas.

¿Cómo saber si sufrimos hepatitis?

Las hepatitis de origen infeccioso suelen iniciarse con un cuadro gastrointestinal con fiebre, vómitos y diarrea. Además, se acompaña de un malestar general y posteriormente aparece una coloración amarillenta de la piel y conjuntivas (ictericia) y orina de color oscuro.

En el caso de los niños, lo más importante es ser prudentes y mantener la calma. Si un menor tiene vómitos, diarrea, fiebre o dolor abdominal, puede ser valorado por su pediatra habitual, quién decidirá si hay que hacer alguna prueba concreta o no. Si el niño presenta mal estado general o tiene la piel o las conjuntivas amarillas, es conveniente que acudan a un centro hospitalario.

Como dato a destacar es muy frecuente la ictericia en los recién nacidos sin que haya ninguna enfermedad importante que lo origine y se resuelve espontáneamente en la mayoría de los casos.

Hepatitis agudas en niños por causas desconocidas

La hepatitis de la que se está hablando ahora y que mantiene preocupados a los padres es de origen desconocido y no se sabe a ciencia cierta cuál es su causa. Se trata de una patología que ha existido siempre con una frecuencia en España de 88-108 casos anuales. Pero lo que ha llamado la atención este año es que, en algunos países como el Reino Unido, han detectado un aumento inusual de casos. Sin embargo, en España hoy en día no se ha producido este aumento de la frecuencia.

Según los datos más recientes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha identificado 894 casos sospechosos de hepatitis aguda infantil de origen desconocido en el mundo. Pero sigue siendo un misterio su causa y procedencia.

En general, este tipo de hepatitis va precedida de un cuadro gastrointestinal con vómitos, diarrea y fiebre. Al desconocer el origen no se puede hablar de tipo de contagio. Es verdad que el hecho de que haya un brote sugiere mucho el origen infeccioso, pero aún no hay los suficientes datos recopilados para demostrar nada. Por ahora, la evidencia parece dirigirse a una infección por adenovirus como la causante de estos procesos.

Esta infección tiene la suficiente importancia como para que se trate en centros hospitalarios por profesionales cualificados y con experiencia. Afortunadamente, la mayoría de los casos se resuelven solos sin necesitar ningún tratamiento especial. En otros se utiliza tratamiento con inmunoglobulinas o medicamentos que puedan frenar el daño hepático. Los últimos datos arrojan que solo un 30% requirieron hospitalización y un 5% trasplante.

Dado que no se conoce su origen ni forma específica de contagio, tampoco se puede determinar la forma de prevención. Sin embargo, ser prudentes y mantener unas buenas condiciones de higiene con frecuente lavado de manos, es una forma para evitar la hepatitis (en el caso de que tenga un origen infeccioso), además de otros muchos procesos similares.

Recuerda:

  • La hepatitis es una inflamación del tejido hepático que puede afectar a pacientes de todas las edades, pero es más común en la edad la pediátrica.
  • Las causas de su aparición pueden ser: origen autoinmune, infecciones por virus, daño hepático, medicamentos, hígado graso o alteraciones del metabolismo y de causa genética
  • Solo las hepatitis de causas infecciosas se pueden contagiar de unas personas a otras.