Dr. Gabriel Tejada

Cómo tratar una infección de orina durante el embarazo

Se estima que 1 de cada 3 mujeres sufrirá una infección de orina en algún momento de su vida, riesgo que aumenta el doble con el embarazo. Durante la gestación se producen una serie de condicionantes que explican esa alta incidencia sobre todo en primeros embarazos, según la edad de la madre gestante y en embarazos muy seguidos. Conocer las formas de prevenir estos episodios así como reconocer sus síntomas es de vital importancia.

 

¿Cómo reconocer la infección de orina?

La infección de orina es en realidad una infección de las vías urinarias a causa de la presencia de bacterias, virus o parásitos. La más común es la bacteria Escherichia Coli, una bacteria propia del intestino que provoca 8 de cada 10 casos.

Por lo general, la infección proviene de las vías bajas, en concreto de la vejiga, lo que conocemos con el nombre de cistitis. Pero también es posible que la infección sea renal, denominada pielonefritis y de mayor gravedad que la cistitis.

Los principales signos que podrían denotar que estamos antes una infección de orina son:

  • Ardor o dolor al miccionar.
  • Polaquiuria, aumento de la frecuencia al orinar aunque la cantidad sea escasa o mínima.
  • Dolor pélvico.
  • Orina con aspecto turbio o color anormal.
  • Hematuria o presencia de sangre en la orina

Si la infección se produce en los riñones o es más grave de lo habitual, es necesario acudir a un especialista. En este sentido, además de los signos anteriores, es posible experimentar:

  • Escalofríos.
  • Febrícula.
  • Nauseas y vómitos.
  • Fatiga o cansancio.
  • Debilidad.

 

¿Por qué es común la infección de orina durante el embarazo?

La principal razón que explicaría el motivo de la alta incidencia de la infección de orina durante la gestación se debe a los diferentes cambios a nivel hormonal, físico y anatómico que la mujer experimenta durante el embarazo.

Se suele dar con mayor frecuencia en mujeres que de forma habitual ya experimentan infecciones de orina o en aquellas que se encuentran en su primer embarazo. La edad y el escaso tiempo que diferencie un embarazo de otro también son factores de riesgo en el desarrollo de infección de orina.

 

Tratamiento y prevención

En el caso de las mujeres embarazadas, la infección de orina suele tratarse con antibióticos durante una semana, aproximadamente. Sin embargo, si los episodios de infección se presentan de forma recurrente, el tratamiento podría continuar hasta el parto.

La prevención constituye, por tanto, una línea de abordaje importante. A través de diferentes hábitos podemos reducir notablemente el riesgo de presentar infección en las vías urinarias. Para ello, se recomienda:

  1. Aumentar la ingesta de líquidos. Se recomienda beber al día un total de dos litros de agua.
  2. Evitar el consumo de bebidas picantes.
  3. Una higiene adecuada de la zona genital después de miccionar o defecar.
  4. Orinar con frecuencia y regularidad.
  5. Utilizar ropa interior de algodón ya que favorece la transpiración. Evitar, por tanto, el uso de prendas sintéticas y muy ajustadas.
  6. No permanecer con el traje de baño mojado más tiempo de lo habitual.
  7. Orinar después de mantener relaciones sexuales.

 

Recuerda

  • La infección de orina se produce como consecuencia de una infección de las vías urinarias. Principalmente, debido a la presencia de bacterias, virus o parásitos.
  • Si la infección se produce en las vías bajas, afectando a la vejiga, se trata de cistitis.
  • En cambio, si la infección es renal de denomina pielonefritis y suele presentar mayor gravedad.
  • Los principales síntomas de la infección de orina son molestia o ardor al miccionar, así como un cambio de tonalidad en la orina.
  • Las infecciones de orina son más comunes en la mujeres. 1 de cada 3 tendrá en algún momento de su vida, aumentado el riesgo durante el embarazo.
  • La prevención es posible a través de una higiene adecuada tras miccionar, beber agua con frecuencia y utilizar ropa interior de algodón.