Epilepsia

Cómo actuar ante un ataque de epilepsia

La epilepsia es un conjunto de enfermedades del sistema nervioso causadas por la alteración de la actividad eléctrica cerebral, la cual provoca síntomas repentinos denominados crisis epilépticas. De hecho, de acuerdo con la etimología del nombre de esta enfermedad, el término epilepsia deriva del griego epilambaneim, que significa “coger por sorpresa”. Estas crisis pueden derivar en la pérdida de conocimiento del paciente.

Se trata de uno de los trastornos neurológicos más comunes, ya que afecta a unos 50 millones de personas en todo el mundo: entre el 0,5 y el 1% de la población. Se estima que, en España, 15 de cada 1.000 personas van a tener epilepsia en algún momento de su vida. A día de hoy continúa siendo una enfermedad poco conocida y con repercusiones en la vida social de los pacientes y de sus familias.

Existen dos grandes tipos de epilepsias, las generalizadas y las focales. Las primeras son crisis que se manifiestan en ambos hemisferios cerebrales, mientras que las focales solamente se producen en uno de ellos.

 

Síntomas de la epilepsia

Los síntomas de esta enfermedad corresponden a aquellas sensaciones que nota el paciente cuando se activan los grupos neuronales responsables de sus crisis. Estos grupos son aquellos que emiten impulsos nerviosos de forma sincronizada.

Algunos pacientes notan una sensación antes de perder el conocimiento denominada aura. El tipo de aura depende de la función de esos grupos neuronales, y suele ser siempre el mismo en cada paciente. Algunos de estos síntomas son:

  • Miedo.
  • Sensación de haber vivido ya una situación (déjà vu).
  • Náuseas.
  • Hormigueos en alguna parte del cuerpo.
  • Visión de luces, colores o figuras.
  • Olores anormales, en general desagradables.
  • Ruidos extraños o distorsión de los sonidos.

 

Por otro lado, los signos de la epilepsia corresponden a las manifestaciones que se observan en el examen físico del paciente. Pueden ser:

  • Alteración del nivel de conciencia, confusión o problemas para hablar. El paciente se queda ausente y no responde a las preguntas; no es consciente de sí mismo ni de su entorno.
  • Automatismos. El paciente realiza movimientos repetitivos con la boca o las manos.
  • Rigidez. Puede afectar a una extremidad, a la cara o a todo el cuerpo.
  • Espasmos musculares o convulsiones. Una convulsión generalizada consta de una fase durante la cual hay rigidez de todo el cuerpo, seguida de sacudidas musculares generalizadas en brazos y piernas. Su duración suele ser de 2-3 minutos y puede acompañarse de mordeduras de lengua e incontinencia urinaria.

 

Cómo actuar ante un ataque de epilepsia

Estas son las instrucciones que los especialistas médicos recomiendan seguir ante un posible episodio de epilepsia:

  • El acompañante debe permanecer con el paciente hasta que el episodio finalice y despejar todo lo que esté a su alrededor que pueda suponer un peligro para el paciente durante la convulsión.
  • Hay que asegurarse de que la persona con epilepsia no obstruye parcialmente su faringe con la lengua. Para ello, hay que ponerle de lado y su lengua se retirará de la vía aérea por su propio peso.
  • Una vez que el paciente esté consciente y pueda hablar, hay que comunicarle lo que ha sucedido de forma sencilla, en caso de que no lo recuerde.
  • Hay que mantener la calma y tranquilizar al paciente en todo momento.

 

La persona acompañante no debe, en ningún caso, hacer lo siguiente:

  • Sujetar al paciente o tratar de detener sus movimientos.
  • Ponerle cosas en la boca. Esto puede lesionar sus dientes o mandíbula.
  • Hacer respiraciones boca a boca.
  • Darle agua o comida hasta que no esté completamente despierto.

 

Recuerda:

  • La epilepsia es uno de los trastornos neurológicos más comunes del mundo.
  • Puede detectarse mediante las sensaciones previas del paciente -síntomas- o los signos físicos cuando el ataque es inminente.
  • Lo más importante respecto a cómo actuar durante un ataque de epilepsia es acompañar al paciente durante su convulsión, evitando que su faringe se obstruya parcialmente con la lengua.