Reanimación cardiopulmonar: ¿Qué es y cómo hacer una RCP?

En España se produce una parada cardiorrespiratoria (PCR) fuera de un centro sanitario cada 20 minutos, lo que supone unas 25.000 paradas cardiorrespiratorias al año, más o menos lejos de ayuda especializada.

A la luz de estas cifras, no es descabellado pensar que, en algún momento de la vida, puede que haya que enfrentarse a este tipo de situación estresante y desconcertante como pocas. En este post hablamos sobre la reanimación cardiopulmonar, qué es y cómo hacer una reanimación cardiopulmonar o RCP.

El tiempo juega en contra

A priori, se puede pensar que tomar cualquier iniciativa en caso de presenciar una parada cardiorrespiratoria, no siendo personal sanitario, no es lo más idóneo. Es precisamente al revés: cada minuto que pasa desde que el corazón deja de latir, disminuye un 10% la posibilidad de que la persona sobreviva (o sobreviva sin secuelas).

Traducido a la vida real, esto supone que, siendo optimistas, si la ayuda tarda 8 o 9 minutos en llegar e iniciar maniobras de reanimación, y nadie ha hecho nada antes, las posibilidades de supervivencia son casi inexistentes.

Pedir ayuda es crucial

Tan importante es que las personas que presencian una parada cardiorrespiratoria inicien lo que se denomina ‘la cadena de la supervivencia’ de manera inmediata, como que los centros coordinadores de emergencias sean capaces de guiar para iniciar las maniobras de RCP mientras llega la ayuda. De hecho, las sociedades científicas internacionales hacen cada día más hincapié en la necesidad de formar a estos centros para guiar a la ciudadanía en un caso de emergencia.

Así es que no debe sorprender si, al llamar para pedir ayuda, los coordinadores de emergencias animan a iniciar las maniobras aún sabiendo que no se tienen nociones de reanimación.

Para ello, hay que estar tranquilo, porque estos profesionales conocen perfectamente todo tipo de situaciones y lo que las personas sin conocimientos pueden llegar a hacer. Afortunadamente, cada día más centros escolares incluyen la RCP en la formación de los alumnos, uno de los puntos a reforzar que también recomiendan desde las sociedades científicas ya que los niños también pueden ayudar a salvar vidas.

Lo primero, vigilar la seguridad

Es conveniente recordar los pilares básicos de cualquier atención que se vayan a prestar en una emergencia o lo que se denomina como conducta P.A.S. que son las siglas de:

  • Proteger: debemos cerciorarnos de que el entorno es seguro y de no ponerse a uno mismo en riesgo. Además, en casos de pandemia como la que ocurrió con la COVID-19, se recomienda que se lleve mascarilla (lo ideal es una FFP2) y que la víctima lleve al menos una mascarilla quirúrgica. Si no la lleva, es razonable cubrirle la cara con alguna tela o paño.
  • Alertar: hay que pedir ayuda al 112/061 o, en su caso, pedir a alguien que lo haga para iniciar las maniobras.
  • Socorrer: es importante realizarlo tras haber hecho los pasos anteriores.

 

Reanimación cardiopulmonar: ¿Qué es y cómo hacer una RCP?

La cadena de la supervivencia European Resuscitation Council (ERC) constituye el conjunto de acciones, en un orden concreto, que ayudan a salvar vidas.

  1. Reconocimiento precoz y pedir ayuda: si la víctima no responde (está inconsciente) y no respira con normalidad, es previsible que pueda estar sufriendo una parada cardiorrespiratoria. La respiración se comprueba de forma visual, sin aproximarnos a la cara. Debemos llamar al 112 (válido en toda Europa) y ofrecer esa información (por ejemplo “hay una persona que no responde y no respira”). Se puede dejar el teléfono en manos libres para seguir instrucciones o dar más información.
  2. Tumbar a la víctima en el suelo (si no lo estaba ya) bocarriba.
    1. Colocarse de rodillas junto a su pecho y descubrirlo. En esta línea, hay que apartar colgantes u otros elementos que nos puedan molestar.
    2. Colocar las manos en el centro del pecho, una sobre otra, con los codos muy rectos.
    3. Comprimir en el centro del pecho, fuerte y rápido.

 

Tan importante es iniciar de forma precoz las compresiones, como no interrumpirlas si no es imprescindible (se pueden hacer relevos cada dos minutos). No hay que olvidar que la misión fundamental es ganar tiempo tanto para el corazón como para el cerebro, hasta que lleguen los servicios de emergencia.

Recuerda:

  • En España se produce una parada cardiorrespiratoria (PCR) fuera de un centro sanitario cada 20 minutos.
  • Cada minuto que pasa desde que el corazón deja de latir, disminuyen un 10% las posibilidades de que la persona sobreviva.
  • No nos debe de sorprender si llamamos pidiendo ayuda y nos animen desde los equipos de emergencia a iniciar nosotros mismos las maniobras.