Esclerosis múltiple y sexualidad

Esclerosis Múltiple y sexualidad

La esclerosis múltiple es una enfermedad neurológica que afecta al cerebro y a la médula espinal dificultando los impulsos nerviosos. Igualmente afecta a la sexualidad de las personas.

Se trata de una enfermedad degenerativa y crónica, de origen autoinmune, que afecta en un alto porcentaje a adultos jóvenes, de entre 20 y 40 años.

El 91% de los hombres y el 72% de las mujeres con esclerosis múltiple experimentará alguna dificultad sexual a lo largo de la enfermedad.

 

Afectación de la Esclerosis múltiple a la salud sexual

Los problemas más frecuentes en las mujeres son la anorgasmia (dificultad para alcanzar el orgasmo), la dispareunia (coito doloroso) y la falta de lubricación.

El hombre puede sufrir disfunción eréctil y/o ausencia de eyaculación.

Hay problemas que pueden afectar a ambos sexos, como el entumecimiento genital y la falta de deseo.

Al contrario de lo que se suele pensar, estas dificultades sexuales no son una consecuencia de las lesiones producidas por la enfermedad en el sistema nervioso.

Estas dificultades pueden ser provocadas por otros factores como el efecto iatrogénico (condición mental adversa) de la medicación o factores psicológicos, como la baja autoestima o el hecho de que la pareja adopte el rol de enfermero o cuidador.

Es por ello que, por lo general, los enfermos tienden a pensar que la sexualidad «está acabada».

Una buena máxima a seguir podría ser no atribuir a la EM el origen de todos los problemas sexuales que sufre el enfermo.

Cuando entendemos que existen otras causas derivadas de la enfermedad, pero que no son la enfermedad en sí misma, se abre un campo en el que el sexólogo puede trabajar para mejorar la sexualidad.

Algunas recomendaciones para afrontar estos problemas son:

  • Entender que los síntomas son tratables y que la EM no es sinónimo de renunciar a una vida sexual.
  • Romper el silencio y el tabú en torno a los problemas sexuales.
  • Fomentar la comunicación con la pareja donde poder expresar miedos, emociones, dudas y deseos.
  • Entender que la intimidad sexual va mucho más allá de la penetración y/o el orgasmo.
  • La no anticipación y el huir de las expectativas y la presión, son los mejores aliados.
  • Identificar resiliencias personales y fortalezas en la pareja.

Recuerda:

  • Los problemas para llevar una vida sexual normal afectan a un alto porcentaje de pacientes con EM.
  • La medicación o factores psicológicos y sociales pueden ser la causa de estos problemas.
  • Es importante que el paciente reciba la información y educación necesarias, despejando falsas creencias y aumentando la sensación de control.