Cáncer hematológico: qué es, tipos y tratamiento
Los tumores hematológicos, también conocidos como enfermedades malignas de la sangre, son un conjunto de enfermedades que tienen una característica común: la proliferación descontrolada de células sanguíneas anormales. Este fenómeno acaba interfiriendo en las funciones normales del sistema inmunitario y de la sangre, provocando síntomas como cansancio, debilidad o mareos, tendencia a las infecciones y sangrado, entre otros.
En España, los tumores hematológicos representan una parte significativa de los diagnósticos oncológicos. Según datos de la Red Española de Registros de Cáncer, cada año se están diagnosticando unos 28.000 nuevos casos de tumores hematológicos en nuestro país.
Los 3 tipos de tumores de la sangre
Existen muchos tipos de tumores sanguíneos que, a grandes rasgos, se pueden clasificar en 3 tipos:
- Leucemia: es un tumor maligno de las células precursoras de la sangre. Las más conocidas son la leucemia linfoblástica aguda y la leucemia mieloide aguda. Se origina en la médula ósea, las células enfermas se acumulan en la médula ósea y en la sangre, interfiriendo en la producción de células sanguíneas normales.
- Linfoma: afecta al sistema linfático, provocando la proliferación de células anormales en los ganglios linfáticos. Hay dos tipos principales de linfoma: el linfoma no Hodgkin y el linfoma de Hodgkin.
- Mieloma: este tipo de tumor afecta a las células plasmáticas de la médula ósea, que son las células encargadas de producir los anticuerpos que defienden al organismo. Como consecuencia de su proliferación descontrolada aparecen estas proteínas en cantidades muy superiores a lo habitual. Puede afectar la producción de células sanguíneas y sus principales síntomas son dolor óseo y debilidad.
Es importante destacar que, además de estos 3 tipos, existen otras enfermedades malignas hematológicas, como las neoplasias mieloproliferativas o los síndromes mielodisplásicos. Si tienes cualquier duda sobre los tipos de cáncer de la sangre, no dudes en consultarla con tu especialista.
¿Cómo se trata el cáncer hematológico?
A grandes rasgos, estos son las terapias más utilizadas para tratar los tumores de la sangre:
- Quimioterapia: consiste en destruir las células malignas y detener su crecimiento. Puede administrarse de manera oral o intravenosa, y suele combinarse con otros tratamientos según el tipo y la etapa del tratamiento.
- Radioterapia: implica el uso de radiación para destruir las células malignas.
- Terapia dirigida: son medicamentos que permiten atacar las células malignas sin dañar las células sanas circundantes.
- Inmunoterapia: es un enfoque terapéutico basado en la estimulación del sistema inmunológico del cuerpo para combatir el tumor. Un tipo de inmunoterapia que está demostrando muy buenos resultados es la terapia CAR-T.
- Trasplantes de células madre: ya sea autólogos (utilizando células madre del propio paciente) o alogénicos (utilizando células madre de un donante compatible), son tratamientos comunes para algunos tipos de tumores hematológicos. Este procedimiento implica reemplazar la médula ósea dañada por células madre sanas, ayudando a restaurar la producción normal de células sanguíneas.
Es importante tener en cuenta, además, la relevancia de los ensayos clínicos, que son una puerta de acceso para muchos pacientes a nuevas terapias. En cualquier caso, es imprescindible contar con el consejo médico antes de acceder a ellos.
Recuerda:
- El cáncer hematológico se caracteriza por la proliferación descontrolada de células sanguíneas anormales.
- Existen, a grandes rasgos, 3 tipos de tumores hematológicos: la leucemia, el linfoma y el mieloma.
- Los tratamientos incluyen quimioterapia, radioterapia, terapia dirigida, inmunoterapia y trasplantes de células madre.
Hematología