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Amigdalectomía: el final de las amigdalitis

La amigdalectomía es un procedimiento quirúrgico que consiste en la extirpación de las amígdalas palatinas, también conocidas como anginas. Se realiza principalmente en casos de amigdalitis recurrente. Esto es, cuando los episodios de inflamación de las amígdalas son frecuentes o graves. Otra indicación para este tipo de cirugía es debido al Síndrome de apneas-hipopneas del sueño en el niño por hipertrofia amigdalar.

Lo cierto es que la amigdalectomía solía ser una intervención bastante común, especialmente en niños. Sin embargo, su uso disminuyó tras comprenderse mejor la función de las amígdalas en el sistema inmunitario. En la actualidad, se trata de una opción efectiva en pacientes que cumplen ciertos criterios específicos aunque el uso de autovacunas bacterianas es otro tratamiento que se puede recomendar antes de intervenir quirúrgicamente.

¿Cómo se realiza una amigdalectomía?

La amigdalectomía es un procedimiento quirúrgico que se realiza en quirófano bajo anestesia general. Para ser candidato, el paciente debe tener, al menos, 5 episodios de amigdalitis en los últimos 2 años; o 3 episodios anuales en los últimos 3 años en seguimiento por su otorrinolaringólogo.

Durante la amigdalectomía, el cirujano puede emplear distintas técnicas para llevar a cabo la extirpación. Por ejemplo, bisturí frío, radiofrecuencia… el método elegido varía en función de las preferencias del cirujano y las necesidades del paciente.

Tras la cirugía, el paciente será monitoreado hasta que se recupere de la anestesia. Es habitual que se le permita regresar a casa el mismo día de la operación.

Consejos prácticos tras una amigdalectomía

Después de una amigdalectomía, es fundamental seguir algunas pautas para facilitar la recuperación y minimizar las molestias. Estas son algunas recomendaciones generales para pacientes que se han sometido a esta intervención:

  • Control del dolor: es normal experimentar dolor en la garganta y los oídos después de la cirugía. Para manejarlo, se suelen prescribir analgésicos que se deben tomar según las indicaciones del médico.
  • Hidratación: es importante mantener una hidratación adecuada bebiendo líquidos suaves y frescos.
  • Alimentación: durante los primeros días es probable tener dificultades para tragar. Se recomienda elegir alimentos blandos y suaves que sean fáciles de tragar, como purés, yogures o sopas suaves.
  • Descanso: el cuerpo necesita tiempo para recuperarse después de una cirugía. Por ello, es imprescindible descansar lo suficiente y evitar actividades extenuantes, especialmente, durante los primeros días.
  • Seguimiento médico: aunque tras la cirugía, con toda probabilidad, se programen citas de seguimiento, es importante estar atentos a síntomas preocupantes que puedan requerir de consulta con el médico. Por ejemplo, sangrado excesivo, fiebre alta o dificultad para respirar.

 

El proceso de recuperación tras una amigdalectomía dura unas 2 semanas. Este tiempo puede variar en función de los cuidados y la aparición de posibles complicaciones. Y, por supuesto, en caso de que surja cualquier duda, lo más recomendable es consultarla con el especialista.

Recuerda:

  • La amigdalectomía es una cirugía en la que se extirpan las amígdalas palatinas.
  • Se realiza en quirófano bajo anestesia general.
  • Tras la cirugía, se recomienda controlar el dolor, mantener la hidratación, seguir una dieta blanda, descansar adecuadamente y hacer seguimiento médico.