Fiebre en los niños, ¿cuándo acudir a urgencias?

La fiebre en niños supone el principal motivo de consulta en urgencias pediátricas durante los tres primeros meses de vida, según la Asociación Española de Pediatría (AEPed). Por suerte, en la mayoría de los casos no indica nada grave, pero suele causar mucha preocupación entre los padres.

La fiebre es nuestra primera barrera defensiva para combatir las infecciones. Ocurre cuando el “termostato” interno que se encuentra en una zona del cerebro llamada hipotálamo, aumenta su temperatura por encima de lo normal para estimular nuestro sistema inmune y defenderse.

 

¿Cómo es más aconsejable realizar la medición?

Para la medición utilizaremos un termómetro digital y hablaremos de fiebre con se muestren los siguientes resultados:

• Febrícula: 37,1ºC – 37,5ºC.
• Medición rectal (la más fiable en lactantes menores de 12 meses): 38ºC.
• Axilar o timpánica (para el resto edades): 37,5ºC.
• Oral: 37,8ºC.

La fiebre no es una enfermedad, suele ser un síntoma de otro problema o dolencia. Generalmente las causas más frecuentes son:

• Infecciones principalmente víricas, bacterianas o fúngicas (otitis, faringitis, bronquitis, sinusitis, neumonía, gastroenteritis e infecciones de orina).
• Vacunas: puede haber fiebre de baja intensidad horas o días después de recibir una vacuna.
• Exceso de ropa: sobre todo en recién nacidos o lactantes sobre abrigados o en ambientes calurosos porque no son capaces de regular bien la temperatura corporal como los niños mayores. Dada la posible gravedad, cualquier lactante o recién nacido febril debe ser evaluado por el médico.
• Dentición: puede provocar leve aumento de la temperatura hasta 37,5ºC.
• Raramente provocan fiebre algunas enfermedades inflamatorias, tumores o algunos medicamentos.

 

¿Cuándo se recomienda ir a urgencias?

Lo más importante es hacer una buena historia clínica buscando síntomas, así como la exploración cuidadosa del niño. Si procede, el médico solicitará pruebas complementarias específicas como análisis de sangre u orina, radiografía, ecografía, etc. En cualquier de los siguientes casos es imprescindible acudir a urgencias:

• Paciente menor de 3 meses siempre debe ser valorado por profesional sanitario.
• Si el paciente tiene entre 3 y 6 meses y presenta una temperatura mayor de 39ºC o cualquier a cualquier edad con una tempeeratura de más de 40ºC.
• Fiebre persistente más de 24 – 48 horas en menores de 2 años.
• Fiebre más de 3 días en mayores de 2 años.
• Con diarreas o vómitos persistentes.
• Si el niño presenta una actitud de letargo, rechaza alimentación o líquidos, apatía, hipoactividad o somnolencia excesiva.
• Cuando se le percibe irritabilidad o llanto continuo. En casos extremos, la convulsión.
• Dificultad respiratoria.
• Petequias o púrpura (manchas violáceas en la piel que no desaparecen a la compresión).
• Algún signo de deshidratación (orina menos, sin lágrimas al llorar, lengua pastosa…)
• Dolor de cabeza intenso, rigidez de cuello o nuca.
• Dolor específico en garganta, oído, abdominal.
• Enfermedades de base crónicas (cardiopatías, renales, oncológicos) o inmunodeprimidos.
• Antecedente de viaje a países tropicales.

 

¿Cómo tratar la fiebre en los niños?

Es muy importante mantener la calma. El objetivo inicial no es bajar la fiebre sino aliviar el malestar que esta provoca en los niños.

Tratamiento sintomático:

Evitar el exceso de ropa y no abrigar “para sudar la fiebre”, mantener una temperatura ambiental agradable (22-24ºC), aplicar paños húmedos o baños con agua templada, así como asegurar una adecuada hidratación del niño ofreciendo líquidos, preferiblemente agua, con frecuencia en pequeñas cantidades sin forzar, evitando bebidas deportivas, con cafeína o azúcares añadidos.

Medicamentos antitérmicos: “trataremos al niño y no al termómetro”.

Solo administraremos antitérmicos si el niño presenta malestar. El objetivo no es alcanzar la temperatura corporal normal y el descenso de la temperatura es lento entre 1 – 1,5ºC a la hora de su administración.

El médico determinará si debemos administrarle paracetamol cada 4-6 horas o ibuprofeno (a partir de los 6 meses de vida) cada 6-8 horas. Ambos por vía oral con la dosis adecuada al peso y edad. Existe también paracetamol rectal si el paciente no colabora o presenta vómitos. En niños y adolescentes no se recomienda dar ácido acetilsalicílico (Aspirina®) por riesgo a una rara pero grave complicación llamada Síndrome de Reye.

 

Recuerda:

• La fiebre es la primera causa de consulta en urgencias pediátricas durante los tres primeros meses de vida.
• La fiebre es una reacción natural del cuerpo, generalmente provocada por una infección.
• El médico determinará el tratamiento más adecuado para cada niño según su edad.
• Mantener siempre los medicamentos fuera del alcance de los niños para evitar ingestas accidentales.