Neofobia: cuando los niños se niegan a probar nuevos alimentos
Cuando hablamos de neofobia alimentaria nos referimos al rechazo del niño a probar nuevos alimentos debido a su sabor, olor, textura, aspecto, etc. La neofobia afecta sobre todo a la reducción de la ingesta en frutas y verduras. Esta conducta es habitual sobre los 2-3 años, pero hay que saber abordarla para no desarrollar problemas en el futuro y evitar asociar la comida a experiencias negativas.
Todos los niños experimentan este rechazo alguna vez, ya que están formándose como individuos y quieren ser autónomos y tomar sus decisiones. Además, el miedo a lo desconocido es algo innato. Este rechazo a los alimentos puede resultar frustrante para los padres. Las siguientes pautas pueden ayudar a gestionar la situación lo mejor posible:
- Es fundamental normalizar aquellos alimentos que rechaza: debemos mostrarle al niño que los incluimos en nuestra alimentación y presentarlos junto a otros alimentos o salsas que le gusten.
- Involucrar al niño en la preparación para que se familiarice con el olor, textura y el alimento en sí mismo.
- No obligar al niño a comer esos alimentos, ya que aumentará su rechazo. Intenta mantenerte lo más calmado posible.
- Evita realizar comentarios negativos sobre la comida para que no lo tomen como referencia y repitan el comportamiento.
¿Cuándo desaparece la neofobia?
Esta conducta tiende a desaparecer alrededor de los 6 años. Si persiste e implica un gran malestar tanto en el niño como en la familia, sería recomendable acudir a un especialista.
Recuerda que:
- La neofobia afecta sobre todo a la reducción de la ingesta en frutas y verduras.
- Es una conducta es habitual sobre los 2-3 años, pero hay que saber abordarla para no desarrollar problemas en el futuro.
- Si persiste e implica un gran malestar, es recomendable acudir al especialista.