Las algas como alimento: beneficios, propiedades y cómo cocinarlas
El consumo de las algas como alimento tiene cada vez más éxito en la gastronomía occidental. Los beneficios nutricionales que aportan han provocado que se califique a las conocidas “plantas marinas” como superalimento. Además, también añaden un toque original a los platos a través de sabores o texturas novedosas para el paladar.
No obstante, también cabe destacar que su consumo debe ser moderado y que hay ciertos grupos de población que deben evitarlo.
El consumo de algas como alimento
Las algas son conocidas con el nombre de “plantas marinas” ya que viven en el agua tanto salada como dulce. Su aplicación es muy diversa, pudiendo usarse con fines textiles, medicinales, cosméticos o, incluso, culinarios.
El uso de las algas como alimento es propio de la cultura oriental. En países como Japón, las algas constituyen uno de los productos más habituales en su cocina. Sin embargo, su popularidad a nivel gastronómico cada vez se está extendiendo más a la cultura occidental. Su alto valor nutricional, los beneficios que aporta al organismo o ese toque de distinción que aporta a recetas tradicionales son algunos de los motivos que explican su éxito.
Existen más de 25.000 especies diferentes de algas. Desde el punto de vista nutricional, se pueden consumir, bien como ingredientes en los platos, o bien como suplementos. Algunos de los ejemplos más habituales de algas comestibles son:
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- Hijiki
- Espirulina
- Dulse
- Nori
- Wakame
- Kombu
- Fucus
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¿Es beneficioso el consumo de algas como alimento para la salud?
El consumo de algas (o “verduras del mar”, nombre popular que han adquirido) es cada vez más habitual, pudiéndose encontrar este alimento ya en muchos supermercados. Tales son los beneficios que aportan en la salud o el papel que desempeñan en la prevención de enfermedades, que algunas voces consideran a las algas como un “superalimento”. Los motivos que lo explican son:
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- Pueden ser aliados en algunas enfermedades cardiovasculares por su composición nutricional. Sin embargo en casos de hipertensión, por su elevadísimo contenido en sodio, conviene evitarlas.
- Pueden contribuir a mejorar los niveles de colesterol y triglicéridos, así como a favorecer los procesos digestivos por su contenido en fibra.
- Por la cantidad de hierro que aportan, las algas son ideales para personas que tienen tendencia a tener déficit de hierro o anemia, como por ejemplo en dietas veganas o vegetarianas.
- Aunque el tipo de vitaminas varían según el tipo de algas de que hablemos, algunas presentan niveles considerables de vitamina B12.
- Tienen una cantidad considerable de yodo, por lo que puede ser un buen aliado en dietas en las que no se consuman pescados y mariscos . No obstante, el consumo de este mineral debe vigilarse de cerca en casos como el hipotiroidismo y debe evitarse en grupos de población como niños, embarazadas y ancianos.
- Tienen un elevado contenido en calcio, por lo que puede favorecer nuestra salud ósea y ser una fuente ideal en dietas en las que esté limitado el consumo de lácteos, por ejemplo.
- Destacan por su alto contenido en minerales como el potasio o el fósforo. Esto hace que se deba tener precaución en caso de patologías renales.
- También son una buena fuente de vitaminas A, B1, B2, C, D, E y K. Ojo con esta última en personas con problemas de coagulación en sangre.
- Algunos otros beneficios que se le atribuyen son:
- Podría tener efectos beneficiosos en la depresión bipolar.
- Puede ser altamente saciante.
- Puede contribuir a fortalecer el sistema inmune por su capacidad antiinflamatoria.
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Como pasa con muchos alimentos, un consumo excesivo puede ser contraproducente, tal como sostiene la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición. Por sus dosis elevadas de yodo o arsénico, las algas pueden ocasionar problemas de tiroides o toxicidad. Debemos, por tanto, tener precaución en determinados grupos de población en los que la alta concentración de algunos micronutrientes puede ser perjudicial.
En aquellas dietas, como las veganas o vegetarianas, en las que muchos de los nutrientes se ven limitados, las algas pueden ser un aliado para conseguir una dieta equilibrada, siempre sin un consumo excesivo.
¿Cómo se consume este superalimento?
El consumo de las algas, como se ha comentado anteriormente, se puede realizar a través del alimento o a través de suplementos. En el caso de añadirlas a las recetas habituales como ingredientes, ese toque novedoso que aportan es otro de los motivos que, junto a su valor nutricional, hacen que sean cada vez más populares.
Añadir las algas a los alimentos o recetas más tradicionales implica el descubrimiento de nuevos sabores, aromas, texturas o incluso colores. Su aplicación está abierta a la imaginación, pero habitualmente se suelen consumir en platos como:
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- Pasta como espaguetis o arroz
- Sopas
- Paté
- Hummus
- Cremas o salsas como pesto
- Aperitivos
- Galletas o tortitas
- Ensalada
- Panecillos
- Batidos
- Legumbres como los garbanzos
- Infusiones
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Recuerda que:
- Las algas, conocidas como plantas marinas, son organismos que viven en el agua dulce y salada.
- Se pueden aplicar tanto en el mundo de los cosméticos, como textil o medicinal.
- En cuanto a la gastronomía, el uso de algas como alimentos es tradicional de la cultura oriental, sin embargo, cada vez es más habitual su consumo a nivel mundial.
- Su éxito culinario se debe a la amplia gama de nutrientes que aporta, así como el toque novedoso que aporta a la preparación de los platos. Sin embargo, debemos ser cuidadosos limitándolas en algunos grupos de población determinados.