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Hiperplasia benigna de próstata: síntomas y tratamiento

La próstata es una glándula del aparato reproductivo masculino situada debajo de la vejiga y delante del recto. Con la edad, esta puede agrandarse debido a cambios hormonales, una condición conocida como hiperplasia benigna de próstata. Aunque no es grave, el agrandamiento de la próstata comprime la uretra dificultando la micción, lo que puede empeorar significativamente la calidad de vida.

Es importante remarcar la importancia de la edad en esta afección: aproximadamente el 50% de los hombres mayores de 60 años la padece y, a los 85 años, este porcentaje sube al 90%.

Los 3 tipos de síntomas más comunes de la hiperplasia benigna de próstata

Los síntomas del agrandamiento de la próstata pueden variar en frecuencia e intensidad. Los más comunes incluyen:

  1. Síntomas de llenado: esto es, el aumento de la frecuencia miccional. Se considera normal ir al baño hasta 7 veces cada 24 horas, aunque varía dependiendo de la ingesta de agua. Si es necesario despertarse durante la noche para ir a orinar (nocturia), las ganas de ir al baño son urgentes o se producen escapes involuntarios de orina, puede ser un signo de hiperplasia benigna de próstata.
  2. Síntomas de vaciado: son los que tienen lugar durante la micción. Si el inicio de la misma tarda, el chorro es intermitente, disperso, débil o lento; es necesario hacer esfuerzo o el goteo final se prolonga, es posible que sea debido a la hiperplasia de la próstata.
  3. Síntomas posmiccionales: aquellos que se manifiestan tras la micción. Además del goteo final, suele darse una sensación de vaciado incompleto.

 

Si no se trata, estos síntomas pueden llevar a complicaciones derivadas del mal vaciado de la vejiga, como infecciones o cálculos vesicales. Por eso es importante acudir a un médico si se producen estos síntomas.

¿Cómo se diagnostica y trata la hiperplasia benigna de próstata?

El diagnóstico de esta afección generalmente se basa en una combinación de historia clínica, exploración física y algunas de las siguientes pruebas médicas:

  • Tacto rectal: permite al médico palpar la próstata, de modo que puede determinar si esta está agrandada o no.
  • Análisis de sangre: se utiliza para verificar la presencia de infección, sangrado o niveles elevados de antígeno prostático específico.
  • Flujometría o ecografía: son pruebas de imagen que permiten evaluar el flujo de orina y vaciado de la vejiga.

 

La hiperplasia benigna de próstata se puede tratar con medicamentos como los alfabloqueantes o los inhibidores de la 5-alfa reductasa. Sin embargo, en algunos casos, se pueden considerar algunos tratamientos quirúrgicos orientados a la reducción del tamaño de la próstata. En cualquier caso, la elección del tratamiento depende de la gravedad de los síntomas y las preferencias del paciente.

Recuerda:

  • La hiperplasia benigna de próstata es un agrandamiento de la próstata que afecta al 50% de los hombres mayores de 60 años.
  • Los síntomas incluyen aumento de la frecuencia urinaria, dificultad para vaciar la vejiga y sensación de vaciado incompleto, entre otros.
  • Si no se trata, estos síntomas pueden llevar a complicaciones derivadas del mal vaciado de la vejiga, como infecciones o cálculos vesicales.