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Top 9 de las enfermedades más comunes de los huesos

Los 206 huesos que combinados forman el esqueleto son el pilar sobre el que se sostiene el cuerpo humano. A pesar de su apariencia robusta, tambien pueden desarrollar enfermedades, ya que, con el paso del tiempo, sufren una degeneración natural  con la consiguiente aparición de problemas óseos.

 

¿Cómo evitar las enfermedades de los huesos?

Las enfermedades de los huesos o patologías óseas son propias de edades avanzadas. Sin embargo, se pueden sufrir a cualquier edad, siendo la fractura la causa más común entre los jóvenes.

Para evitar la aparición de enfermedades óseas  lo principal es tener huesos fuertes. Para ello, la prevención ha de comenzar a partir de los 20 años. Las enfermedades óseas se pueden prevenir mediante una dieta rica en calcio y vitamina D, que permitan mejorar la robustez de los huesos. Tambien son necesarios nutrientes adicionales como el magnesio, fósforo, boro, cobre, manganeso, cinc, ácido fólico y vitaminas C, D, K y B6.

Por lo tanto,  una la correcta alimentación rica en verduras, cereales, caldos, productos lácteos, semillas de sésamo, girasol y calabaza nos ayuda a mantener los huesos sanos. También se recomienda la ingesta de alimentos como el pollo y la ternera y aceites de coco u oliva virgen extra. La práctica de ejercicio físico moderado pero continuo nos ayudará a evitar el desarrollo de enfermedades de los huesos.

 

Síntomas de las enfermedades óseas más comunes

Existen una serie de síntomas o pistas que nos indican que existen trastornos en los huesos. Entre los más habituales encontramos:

  • Fragilidad en las uñas. Si se rompen con facilidad puede ser un síntoma de un problema óseo pues las uñas están formadas por colágeno y calcio.
  • Reducción de encías. Cuando retroceden puede tener que ver con que la mandíbula pierde fuerza y, por tanto, masa ósea. Hay que consultar al dentista, cepillarse correctamente, usar hilo dental y fortalecer la zona.
  • Pérdida de altura y densidad. Esto es posible porque la masa cartilaginosa disminuye y podría indicar un debilitamiento de los músculos.
  • Falta de fuerza. Si se necesita hacer un mayor esfuerzo para realizar labores manuales, es posible que sea por problemas de huesos.
  • Dolores, calambres y fracturas. La presencia de calambres nocturnos y continuos, rotura de huesos con facilidad u otros indicadores como el dolor persistente, son sinónimos de acudir al médico especialista.
  • El nivel de estrógenos es bajo. Si esta hormona disminuye (lo más habitual durante la menopausia) los huesos están en peligro.

 

Enfermedades de los huesos más comunes

Las enfermedades de huesos o trastornos óseos son comunes en el ser humano. Aunque son numerosas, las enfermedades óseas más importantes y que aparecen con más asiduidad cuando cruzamos la barrera de los sesenta años son:

  1. Osteoporosis. Es una patología de los huesos en la que la masa ósea se pierde a mayor velocidad de la que se recupera. Hay una pérdida de densidad que hace nuestros huesos más frágiles y quebradizos. Evidentemente, todos pensamos en la cadera pero también la muñeca y la columna vertebral se ven muy afectados.
  2. Cáncer óseo. Salvo el habitual factor hereditario, se desconoce la causa de la aparición de este tipo de enfermedad de los huesos. El cáncer óseo presenta síntomas como dolor de huesos, inflamación en la zona donde se encuentra el tumor, tendencia fragilidad y rotura ósea, fatiga, pérdida de peso inexplicable, etc. Si el cáncer óseo está localizado, la cirugía es el tratamiento más común aunque también es posible recurrir a la radioterapia y/o la quimioterapia.
  3. Osteomielitis. Viene producida por una infección que produce algún patógeno, normalmente un estafilococo. Estos pueden llegar al hueso porque se ha sufrido una enfermedad infecciosa como la cistitis, la neumonía o la uretritis.
  4. Osteogénesis imperfecta. Esta enfermedad de los huesos es producida por un trastorno genético que provoca un incremento de las roturas óseas y debilidad en los huesos. Se conoce popularmente como “huesos de cristal”. No existe cura pero un tratamiento a base de analgésicos, fisioterapia y cirugía favorece la calidad de vida de las personas.
  5. Enfermedad de Paget. También de origen genético, provoca que algunos huesos tengan un tamaño excesivo y poca densidad. No todos los huesos pueden verse afectados pero los que sí lo están presentan deformidades.
  6. Osteomalacia. Es una enfermedad producida por la carencia de vitamina D que produce debilidad en los huesos. Los síntomas son, además de roturas óseas, la debilidad muscular, dolor en los huesos, calambres y entumecimiento en boca, brazos y piernas.
  7. Acromegalia. Produce un crecimiento desigual de los huesos que provoca deformidades, principalmente en manos, pies y cara. El problema se encuentra en un funcionamiento anómalo de la glándula pituitaria que produce gran cantidad de hormona del crecimiento.
  8. Raquitismo. Suele darse en los niños a causa de la falta de vitamina D aunque el factor genético también tiene incidencia en la aparición del raquitismo.
  9. Enfermedad de Perthes. Es una patología de la niñez en la que por causas desconocidas no llega el flujo sanguíneo a los huesos de la cadera, provocando la muerte de las células óseas.

 

Recuerda

  • Las enfermedades de huesos son comunes en personas de edad avanzada aunque pueden aparecer a cualquier edad.
  • La prevención a través de una dieta saludable y ejercicio físico es clave en las enfermedades de huesos.
  • Síntomas como fragilidad y rotura ósea o debilidad en las uñas podrían ser índicies de la presencia de enfermedad ósea.
  • Las nueve enfermedades más comunes son la osteoporosis, cáncer óseo, osteomielitis, osteogénesis imperfecta, enfermedad de paget, osteomalacia, acromegalia, raquitismo y enfermedad de perthes.