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¿Cómo influye la alimentación en las enfermedades autoinmunes?

Las enfermedades autoinmunes ocurren cuando el sistema inmunológico ataca por error a las células sanas. Esto suele producir enfermedades como la artritis reumatoide, el lupus, la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, entre otras. Muchas personas padecen alguna de estas enfermedades autoinmune, afectando significativamente su calidad de vida. Pero, ¿qué papel juega la alimentación en las enfermedades autoinmunes?

Una dieta adecuada no solo puede ayudar a reducir los síntomas y la inflamación asociada a la enfermedad, sino también a mejorar el bienestar general de los pacientes. Entender qué tipo de alimentación puede ayudar o puede contribuir a un empeoramiento de la enfermedad es esencial para cualquier persona que viva con una enfermedad autoinmune.

¿Cómo nos afecta una correcta alimentación y qué importancia tiene en el abordaje de las enfermedades autoinmunes?

Uno de los síntomas que más se manifiestan en las enfermedades autoinmunes es la inflamación, que puede llegar a resultar debilitante. Por tanto, controlarla a través de la dieta puede ser útil en el manejo de estas condiciones. Encontramos, entre el grupo de alimentos que tienen propiedades antiinflamatorias, los siguientes:

  • Semillas o aceites de lino o linaza.
  • Pescados azules y sus aceites.
  • Aguacate, frutos secos, aceite de oliva virgen extra y/o sésamo o pasta de sésamo.
  • Frutas de todo tipo.
  • Verduras, tanto crudas como cocidas y especialmente de hoja cruda: menta, rábano, zanahoria, calabaza y calabacines, brócoli, judías verdes y otras crucíferas, además de ajo y cebolla, sobre todo en crudo.
  • Yogur natural y salsa miso.
  • Cúrcuma y pimienta.
  • Especias como el jengibre, el curry, el tomillo o el azafrán.
  • Carnes blancas.
  • Legumbres.
  • Té verde.
  • Pimientos, pimienta, guindillas y chile, además del apio.
  • Cacao puro.
  • Soja en grano, texturizada o tofu.

 

Por el contrario, algunos alimentos que pueden promover la inflamación y que debemos intentar evitar o reducir su consumo son:

  • Carnes rojas y procesadas.
  • Alimentos precocinados.
  • Lácteos enteros (menos el yogur natural).
  • Fritos.
  • Harinas blancas.
  • Abuso de la sal.
  • Vegetales de la familia de las solanáceos como la berenjena, los tomates y las patatas.
  • Azúcar y productos azucarados, como bollería, zumos y refrescos.
  • Café, alcohol y tabaco.

 

El estilo de vida también influye

Aunque la alimentación es uno de los pilares fundamentales para poder combatir los síntomas de las enfermedades autoinmunes, mantener a su vez un estilo de vida saludable es muy importante para reducir la inflamación que produce este tipo de enfermedades. Entre algunos hábitos que podemos implementar son:

  • Reducir el porcentaje de grasa corporal.
  • No fumar.
  • Reducir o eliminar el alcohol.
  • Hacer ejercicio de manera regular, por lo menos 2 veces por semana.
  • Incrementar la actividad física.
  • Tener una exposición moderada al sol o suplementar con vitamina D.
  • Reducir el estrés.

 

Recuerda:

  • Las enfermedades autoinmunes ocurren cuando el sistema inmunológico ataca por error a las células sanas, causando inflamación.
  • Una dieta adecuada puede ayudar a reducir esta inflamación, aunque es esencial conocer qué alimentos son beneficiosos o perjudiciales.
  • Un estilo de vida saludable puede contribuir a reducir la inflamación producida por las enfermedades autoinmunes.