Colonoscopia: para qué sirve y cómo prepararse

La colonoscopia es una prueba médica esencial que sirve para el diagnóstico de enfermedades relacionadas con el colon (también llamado intestino grueso) y el recto. Por tanto, es una prueba imprescindible para la detección temprana y la prevención de muchas enfermedades que se pueden curar.

¿Qué permite la colonoscopia?

• Identificar y extirpar pólipos: durante la colonoscopia, los médicos endoscopistas pueden detectar y eliminar pequeñas lesiones o pólipos, para evitar que crezcan o evolucionen, permitiendo así realizar también un posible diagnóstico temprano del cáncer de colon.
• Diagnosticar enfermedades del aparato digestivo de tipo inflamatorio, como la enfermedad inflamatoria intestinal, que engloba la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, además de úlceras y otras lesiones benignas submucosas como los lipomas.
• Detectar otras enfermedades que no se perciben visualmente como la colitis microscópica, una enfermedad caracterizada por la hinchazón del colon, que necesita de un microscopio para ser detectada (ya sea colágena o linfocítica). Para ello, la colonoscopia nos permite tomar biopsias o muestras de la mucosa intestinal para ser analizadas.

¿Cómo se realiza una colonoscopia?

La colonoscopia se lleva a cabo mediante un tubo flexible llamado colonoscopio, que lleva incorporada una cámara con luz en su extremo distal. Este tiene uno o varios canales de trabajo a través de los cuales se pueden introducir herramientas como pinzas o asas de polipectomía, útiles para realizar intervenciones, cortar pólipos o tomar muestras.

Hoy en día, y aunque cada vez existen técnicas de imagen más precisas, la colonoscopia es la única técnica capaz de realizar este tipo de intervenciones a través de orificios naturales y sin necesidad de ninguna incisión o corte.

¿Cuándo realizar una colonoscopia?

Para los pacientes sin ningún síntoma aparente, una forma útil de prevención es realizarse colonoscopias regularmente, consiguiendo así reducir la incidencia del cáncer colorrectal tanto en hombres como en mujeres. Para ello, existen protocolos en función de los factores de riesgo de cada persona relacionados con su estilo de vida, así como los antecedentes familiares o su riesgo genético asociado.

Los principales síntomas de alerta para realizarse una colonoscopia pueden ser:

• Diarrea
• Dolor abdominal
• Sangrado rectal o en las heces
• Anemia
• Pérdida de peso significativa

En los casos en los que la persona presenta síntomas lo más aconsejable es consultar con el médico este tipo de síntomas para que valore de forma individual cuándo es necesario realizar esta exploración.

¿Cómo prepararse para una colonoscopia?

Antes de acudir al centro de referencia para realizarse una colonoscopia, es importante llevar a cabo una preparación previa:

• Dieta: en los días previos a la prueba, el paciente debe seguir una dieta baja en residuos y, el día anterior a la misma, consumir sólo líquidos claros.
• Si el paciente toma medicación anticoagulante, debe informar a su médico, ya que en algunos casos es necesario retirarla o cambiarla unos días antes.
• Unas horas antes del procedimiento, el paciente debe tomar laxantes indicados por su médico, favoreciendo la limpieza del color y asegurando una visualización clara durante el procedimiento.

Al igual que otros procedimientos, la colonoscopia no está exenta de riesgos, por lo que es vital consultar con el médico cualquier indicación o duda al respecto. En este sentido, la preparación previa es fundamental, puesto que permite evitar cualquier complicación y observar con claridad las paredes del intestino para detectar cualquier anomalía, además de dar un diagnóstico preciso y hacer que el paciente tenga un procedimiento más llevadero.

Recuerda:

• La colonoscopia en un examen médico que sirve para el diagnóstico de enfermedades relacionadas con el colon y el recto mediante un colonoscopio.
• Permite introducir herramientas como pinzas o asas de polipectomía, útiles para realizar intervenciones, cortar pólipos o tomar muestras.
• La preparación previa ante una colonoscopia es crucial para garantizar un procedimiento seguro, preciso y eficiente.