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Características de una dieta basal en el hospital

Se conoce como dieta basal al plan nutricional básico para los pacientes que están ingresados en un hospital. Está pensada para pacientes que no requieren de modificaciones dietéticas específicas. Dependiendo del paciente, se pueden ajustar ciertas variantes de la dieta basal, como por ejemplo la dieta sin sal para la hipertensión o la dieta sin azúcares añadidos para la diabetes.

El principal objetivo de la dieta basal es contribuir a mejorar el estado de salud del paciente durante su estancia hospitalaria. Debe ser apetecible, nutritiva e idealmente adaptarse a los gustos del paciente y a sus necesidades nutricionales para asegurar una recuperación y alta hospitalaria lo más rápidas posible.

No está destinada a bajar o subir de peso fuera del contexto hospitalario y, generalmente, no se sigue después del alta. No obstante, para el Grupo HLA se trata de una dieta equilibrada elaborada por dietistas-nutricionistas que refleja una alimentación variada, equilibrada, nutritiva y cuya base es un elevado consumo de frutas y hortalizas acompañado de proteínas, hidratos de carbono y grasas de calidad.

¿En qué consiste la dieta basal?

La dieta basal está basada en alimentos vegetales y se puede complementar con productos animales según las preferencias del paciente. La proporción de nutrientes puede variar, pero un reparto típico puede ser 55% de hidratos de carbono, 30% de proteínas y 15% de grasas. Los alimentos que suele contener una dieta basal son:

  • Frutas y verduras: ricas en vitaminas, minerales y fibra, esenciales para una buena digestión y para fortalecer el sistema inmunológico.
  • Legumbres y frutos secos: son fuente de fibra y proteínas vegetales.
  • Cereales integrales: aportan energía y nutrientes esenciales.
  • Carne, pescado, huevo y lácteos: contienen proteínas de especial relevancia para la reparación y regeneración de tejidos.

 

Estos alimentos deben acompañarse, fundamentalmente, con agua. Aunque pueden incorporarse también infusiones y caldos, estos deben llevar azúcar o sal en cantidades adecuadas.

Beneficios de la dieta basal

La nutrición tiene un papel muy relevante en la recuperación de los pacientes que están hospitalizados. En este sentido, algunos de los beneficios de la dieta basal son los siguientes:

  • Adaptación a las necesidades del paciente: esta dieta contiene todos los nutrientes esenciales, aunque se puede adaptar a las necesidades del paciente según el motivo de hospitalización.
  • Alimentos saludables y equilibrados: se basa en alimentos ricos en vitaminas, minerales y fibra, lo que favorece la salud digestiva al tiempo que fortalece el sistema inmunitario.
  • Control del peso corporal: aunque no es el objetivo principal, una dieta equilibrada ayuda a mantener un peso corporal adecuado.
  • Reducción del tiempo de hospitalización: una nutrición adecuada acelera los procesos de cicatrización y recuperación.
  • Variedad de alimentos: La inclusión de una amplia gama de alimentos evita la monotonía y mejora la adherencia a la dieta.

 

Es importante recordar que existen especialistas en los hospitales que se encargan de determinar el mejor tipo de dieta para cada paciente, como el equipo de nutricionistas de Grupo HLA. Su papel es clave para que los hospitales revisen y mejoren continuamente las dietas que permitan asegurar el bienestar de los pacientes. Además, el Grupo HLA trabaja con un software que permite la opción al paciente de elegir sus platos, siempre que sea posible.

Recuerda:

  • La dieta basal cubre las necesidades nutricionales de los pacientes que no requieren de modificaciones dietéticas específicas.
  • Se basa, fundamentalmente, en alimentos vegetales, cereales y proteínas.
  • La dieta basal tiene como objetivo la recuperación del paciente, y lo hace a través de una alimentación equilibrada.