Adenomiosis y endometriosis: relación y diferencias

La adenomiosis y la endometriosis son dos enfermedades ginecológicas comunes que afectan a mujeres en edad reproductiva. Ambas están relacionadas con el tejido que recubre la capa interna del útero, llamado endometrio o tejido endometrial. La adenomiosis se considera una forma especial de la endometriosis, sin embargo, hay algunas diferencias entre estas dos enfermedades que es importante conocer.

¿Qué es la endometriosis?

La endometriosis es uno de los trastornos menstruales más habituales. Se trata de una enfermedad en la que el tejido endometrial se encuentra fuera del útero, en otros órganos del cuerpo. Esto puede incluir los ovarios, las trompas de Falopio, el intestino y otros tejidos cercanos como los que recubren la pelvis. Pero también se han descrito focos de endometriosis en localizaciones más raras como la piel, el pulmón o incluso el cerebro.

Este tejido actúa como lo haría el endometrio: en cada ciclo menstrual prolifera y sangra. La gran diferencia es que ese sangrado, que normalmente se elimina con la menstruación, en este caso queda atrapado en el cuerpo y puede formar, por ejemplo, quistes (los llamados “quistes de chocolate”) o dar lugar a implantes que provoquen adherencias.

¿Qué es la adenomiosis?

La adenomiosis se considera por algunos especialistas una variedad de endometriosis en la que el tejido endometrial, en lugar de estar en el interior, se encuentra en el espesor de la pared muscular del útero: sería como una “endometriosis interna”. Esto puede causar una variedad de síntomas, incluyendo principalmente dolor menstrual intenso y sangrado abundante. También puede provocar problemas de infertilidad en algunas mujeres.

 

Otros síntomas que a veces aparecen son dolor en la parte baja de la espalda o en la pelvis y molestias durante las relaciones sexuales.

Se trata de una enfermedad crónica, frecuente y poco visibilizada.

¿Cuáles son las diferencias entre adenomiosis y endometriosis?

La adenomiosis y endometriosis tienen síntomas similares. Ambas pueden causar dolor menstrual intenso (dismenorrea), sangrado abundante (metrorragia) y problemas de fertilidad. Pero la endometriosis puede ocasionar otros síntomas mucho más variables, debido a su localización en diferentes órganos puede provocar dolor o sangrado en otras áreas del cuerpo.

Como ya hemos comentado, la principal diferencia entre ambas es la localización del tejido, por eso la adenomiosis tiende a causar un dolor más localizado en el área pélvica, mientras que la endometriosis generalmente es más difusa.

Otra diferencia importante es que la adenomiosis es más común en mujeres mayores de 30-40 años, mientras que la endometriosis aparece generalmente en mujeres más jóvenes. Las dos enfermedades pueden ocasionar problemas de fertilidad. La diferencia es que la endometriosis puede producir esterilidad, sobre todo cuando afecta a las trompas de Falopio, y la adenomiosis se ha relacionado principalmente con abortos de repetición

¿Cómo se diagnostican y tratan la adenomiosis y endometriosis?

Tanto la adenomiosis como la endometriosis pueden tener un diagnóstico tardío, ya que los síntomas pueden ser vagos o inespecíficos e incluso hay pacientes asintomáticas. Pero el diagnóstico, una vez establecida la sospecha, suele ser rápido con pruebas de imagen como la ecografía, principalmente transvaginal, o la resonancia magnética.

 

En cuanto al tratamiento, el objetivo principal es aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de la paciente. Esto puede incluir analgésicos, terapia hormonal o, en casos graves, cirugía. En algunos casos, puede ser necesario realizar una histerectomía para tratar la adenomiosis o la endometriosis. Sin embargo, ambas enfermedades, al ser dependientes de los estrógenos, mejoran o se curan con la menopausia. También mejoran radicalmente con el embarazo, pudiendo incluso llegar a desaparecer durante toda la gestación.

Recuerda:

  • La adenomiosis y la endometriosis son dos enfermedades ginecológicas comunes que afectan a las mujeres en edad reproductiva.
  • Las principales diferencias son la ubicación del tejido, la localización del dolor y la incidencia de problemas de fertilidad.
  • Son enfermedades crónicas, pero hay opciones terapéuticas para tratar los síntomas y prevenir las complicaciones.