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¿Cómo se puede tratar la rosácea?

La rosácea es una enfermedad cutánea benigna y crónica que afecta, especialmente, a mujeres de piel clara en la mediana edad. Se caracteriza por la aparición de telangiectasias (vasos sanguíneos visibles) y enrojecimiento facial en las mejillas, frente y barbilla.

Se calcula que unos 4 millones de personas padecen algún tipo de rosácea en España. Aunque no tiene cura, existen tratamientos efectivos para controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.

Causas y síntomas de la rosácea

No se conoce la causa exacta de la rosácea, pero se cree que existe cierta predisposición genética a esta enfermedad ya que los antecedentes familiares son comunes en quienes la padecen. También se ha relacionado con alteraciones en la respuesta inmune, lo que explicaría la inflamación en la piel. Además, la exposición al sol, el estrés y la alimentación pueden agravar sus signos. Los síntomas más comunes de la rosácea son:

  • Enrojecimiento facial persistente: se presenta principalmente en las mejillas, frente y barbilla, y puede aumentar con factores como el calor, el sol o el estrés.
  • Telangiectasias: son vasos sanguíneos dilatados que son visibles bajo la piel.
  • Pápulas y pústulas: son lesiones inflamatorias que se asemejan a los granos del acné.
  • Sensación de ardor o picazón: las áreas de piel afectada pueden sentirse calientes o irritadas.
  • Ojos secos y párpados hinchados: en algunos casos, la rosácea afecta los ojos, lo que puede generar molestias o inflamación en los párpados.

 

Los signos de la rosácea pueden variar en intensidad, ya que esta suele manifestarse por brotes que aparecen y desaparecen. La identificación temprana de los síntomas y un manejo adecuado son clave para mejorar los síntomas de la enfermedad.

Tratamiento de la rosácea

Es importante destacar que el tratamiento de la rosácea está enfocado en aliviar los síntomas, ya que no existe cura. En este sentido, existen varios tipos de abordaje terapéutico para esta enfermedad. Desde tratamiento farmacológico a través de diferentes pomadas que pueden ser antibióticas o antiinflamatorias, fundamentales para reducir la inflamación y el enrojecimiento de la piel.

También existen tratamientos farmacológicos orales, específicos para en casos más graves de rosácea, útiles para tratar la inflamación más profunda y reducir las lesiones severas de la piel.

Por otro lado, también se pueden utilizan productos que dispongan de agentes que reducen la actividad de las glándulas sebáceas y que pueden ayudar a controlar las lesiones. Por último, existen ciertas terapias con láser que permiten reducir la dilatación de los vasos sanguíneos y el enrojecimiento facial.

Además de los tratamientos médicos, el cuidado diario de la piel es esencial para quienes padecen rosácea. Para manejar la rosácea y reducir la frecuencia de los brotes, es fundamental seguir ciertos consejos:

  • Protección solar: se recomienda que las personas con rosácea usen protector solar de amplio espectro con un alto factor de protección (FPS) todos los días, incluso en días nublados o fríos.
  • Productos adecuados: es importante emplear productos formulados para pieles sensibles, evitando el uso de maquillaje o cosméticos que contengan ingredientes irritantes.
  • Hidratación: mantener la piel hidratada puede ayudar a reducir la sequedad y la irritación, que son comunes en la rosácea.

 

Además, si se conocen los factores desencadenantes de los brotes, es importante evitarlos para prevenir los brotes. En cualquier caso, es aconsejable consultar con un dermatólogo para determinar un plan de tratamiento que ayude a controlar la rosácea y mejorar la calidad de vida.

Recuerda:

  • La rosácea es una enfermedad cutánea crónica cuya causa exacta se desconoce y para la que no existe cura.
  • Se calcula que unos 4 millones de personas padecen algún grado de rosácea en España.
  • Para aliviar los síntomas de la rosácea, es importante seguir ciertos consejos de cuidado de la piel y el tratamiento pautado por el dermatólogo.