¿Cuándo hay que ir al podólogo?

Los pies son, sin duda, una de las partes del cuerpo más olvidadas. Suelen pasar desapercibidos hasta que presentan algún problema. En este sentido, cobra relevancia la figura del podólogo, el especialista encargado de mantener la salud de los pies.

La labor del podólogo es esencial para prevenir y tratar los muchos problemas que pueden aparecer en los pies. Sin embargo, aunque  existe la costumbre de ir regularmente a otros especialistas, como el odontólogo o el oftalmólogo, pocas personas piensan en visitar al podólogo con la misma frecuencia.

¿Qué trata el podólogo?

Es importante tener en cuenta que el papel del podólogo, a grandes rasgos, es el de prevenir, diagnosticar y tratar cualquier problema que afecta a la funcionalidad y salud de los pies. Esto incluye:

  • Dolores crónicos o lesiones: existen diversas afecciones en los pies que pueden empeorar si no se tratan a tiempo, como la fasciopatía plantar o diferentes tendinopatías. Afecciones como estas requieren atención especializada para evitar que empeoren.
  • Helomas y durezas: el uso de calzado inadecuado o la fricción repetitiva puede generar callos que provocan dolor al caminar. Un podólogo no solo puede eliminarlos de forma segura, también ayudarte a prevenir su reaparición.
  • Uñas encarnadas: esta es, probablemente, una de las consultas más comunes. Las uñas encarnadas son muy dolorosas si no se tratan en tiempo y forma. Este especialista se encarga de corregirlas.
  • Cirugía e infiltraciones: afecciones como las uñas encarnadas de repetición o que, además, están acompañadas por una infección severa, pueden ser tratadas de forma definitiva con cirugía. Además, patologías como fasciopatía plantar también pueden tratarse con técnicas de vanguardia con Plasma Rico en Plaquetas (PRP) mediante técnicas ecoguiadas.
  • Problemas relacionados con el arco del pie: los pies planos o los arcos excesivamente altos pueden causar problemas que afecten a las rodillas, las caderas e incluso pueden generar dolor en lumbares. Los podólogos pueden identificar y solucionar estas alteraciones.
  • Afecciones dérmicas en los pies: como las infecciones fúngicas, incluyendo el pie de atleta en la piel o la onicomicosis que afecta a las láminas ungueales. También aborda verrugas plantares causadas por el VPH (virus del papiloma humano), así como la dermatitis por contacto y la psoriasis, que pueden provocar inflamación, descamación y dolor. Además, el podólogo puede manejar problemas como la hiperhidrosis (exceso de sudoración) que puede favorecer el desarrollo de infecciones y otras complicaciones dérmicas en los pies.

 

En paralelo, es recomendable que ciertos grupos de personas, como los mayores, aquellas que padecen diabetes, deportistas, y niños con alteraciones en la marcha, acudan regularmente al podólogo, ya que estas situaciones aumentan el riesgo de padecer ciertas afecciones en los pies.

La importancia del estudio del pie

Un avance clave en la podología moderna es el estudio de la pisada. Esta herramienta permite a los podólogos analizar detalladamente cómo caminamos y cómo se distribuye el peso en nuestros pies. Este análisis es esencial no solo para tratar problemas ya existentes, sino también para prevenir lesiones y mejorar la postura.

El estudio de la pisada se realiza utilizando tecnología de última generación que capta, mediante sensores, la estática y dinámica de cada paso. Es decir, los puntos de presión, la superficie de apoyo, oscilaciones, etcétera. De esta forma se pueden detectar patologías que van más allá del pie, como desviaciones de columna, desequilibrio de caderas, dismetrías , alteraciones del centro de gravedad del paciente etcétera.

Este análisis en profundidad es especialmente útil para deportistas, personas con problemas crónicos de dolor o aquellos que padecen afecciones como pies planos patológicos o juanetes (HAV) . Además, los resultados permiten al podólogo diseñar un plan de tratamiento personalizado.

Recuerda:

  • El podólogo es el encargado de prevenir, diagnosticar y tratar cualquier problema que afecta a la funcionalidad y salud de los pies.
  • El podólogo es un profesional fundamental para prevenir y tratar afecciones comunes de los pies, como dolores crónicos y uñas encarnadas.
  • Las personas mayores, aquellos con diabetes, y los deportistas son los grupos con mayor riesgo de desarrollar afecciones podológicas.
  • El estudio de la pisada es una herramienta clave para analizar la forma de caminar, prevenir lesiones y mejorar la postura.