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¿Qué es la anestesia y qué tipos existen?

Hoy en día, es imposible imaginar una cirugía sin algún tipo de anestesia. Sin ella, sentiríamos tanto dolor que sería imposible llevar a cabo la operación correctamente.

En concreto, la anestesia abarca un conjunto de técnicas orientadas a bloquear temporalmente la sensación de dolor y en ocasiones la consciencia. Esto se logra interfiriendo en las señales nerviosas que van desde los nervios hasta el cerebro, lo que hace posible realizar procedimientos sin que el paciente sienta dolor. Sin embargo, no es lo mismo suturar una pequeña herida que realizar un trasplante de corazón. Por eso es importante saber que existen 3 tipos distintos de anestesia.

Anestesia local: pensada para cirugías menores

La anestesia local adormece un área pequeña y específica del cuerpo. Se usa en pequeños procedimientos, como extraer un diente o realizar una biopsia, es decir, para cirugías menores o ambulatorias. Durante la operación, el paciente está despierto, pero no siente dolor en el área tratada.

Este tipo de acción rápida generalmente se administra mediante inyecciones, aunque también se puede aplicar tópicamente sobre la piel. El principal beneficio de este tipo es que la recuperación suele ser inmediata, permitiendo que el paciente retome sus actividades diarias al momento del alta.

Las múltiples caras de la anestesia regional

La anestesia regional permite excluir del dolor una zona más ampliada del cuerpo. Este tipo de anestesia se puede combinar o no a distintos grados de sedación, desde superficial hasta profunda. Existen tres tipos principales: la epidural, la raquianestesia y el bloqueo de nervios periféricos.

La epidural es conocida por ser empleada, frecuentemente, durante el parto, si bien se emplea en cirugías que involucran la parte inferior del cuerpo. Consiste en la inyección de anestésico en el espacio epidural, situado alrededor de la médula espinal. De esta forma, bloquea el dolor desde el abdomen hacia abajo, permitiendo que el paciente permanezca consciente y participe activamente en el proceso.

La raquianestesia, también conocida como anestesia espinal, consiste en la inyección de un anestésico local en el espacio subaracnoideo, en la región lumbar de la columna vertebral, lo que bloquea la transmisión nerviosa en los nervios espinales. Este procedimiento produce una anestesia rápida y profunda en las áreas del cuerpo situadas por debajo del sitio de la inyección, generalmente de la cintura hacia abajo.

Por otro lado, el bloqueo de nervios periféricos se utiliza para adormecer áreas como un brazo o una pierna. Se realiza inyectando anestésico cerca del grupo de nervios que controlan la zona afectada. Es comúnmente utilizado en cirugías ortopédicas, como las operaciones de rodilla. Al igual que la epidural, permite que el paciente esté consciente sin sentir dolor en la zona tratada.

Estas anestesias son comúnmente utilizadas en cirugías ortopédicas, en las cirugías de abdominales bajas y en las urológicas.

Anestesia general, reservada para grandes cirugías

La anestesia general induce un estado de inconsciencia completa en el paciente, lo que significa que no sentirá ni recordará nada tras el procedimiento. Se puede emplear en cualquier tipo de cirugía, pero sobre todo es de elección, en cirugías mayores; o cuando se requiere trabajar en múltiples áreas del cuerpo, o cuando el paciente no es capaz de colaborar en la aplicación de otros tipos de anestesia.

Estas son, precisamente, aquellas cirugías en las que la anestesia es una herramienta clave y sin la cual, difícilmente podrían llevarse a cabo.

Recuerda que:

  • La anestesia bloquea temporalmente las sensaciones de dolor durante procedimientos médicos, interfiriendo con las señales nerviosas.
  • Existen tres tipos principales: anestesia local, que adormece una zona pequeña; regional, que afecta áreas más amplias del cuerpo; y general, que induce inconsciencia total.
  • La elección del tipo de anestesia depende del procedimiento y las características del paciente, siempre supervisado por un anestesiólogo.