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Alteraciones de la marcha en niños: ¿son peligrosas?

Se entiende por  alteraciones de la marcha en los niños determinadas desviaciones o irregularidades en la forma en la que caminan. Estas pueden variar desde problemas leves, como caminar de puntillas, hasta condiciones más graves que pueden requerir intervención quirúrgica.

La detección temprana de las alteraciones de la marcha es fundamental para el correcto desarrollo físico de los niños. Cuanto antes se identifique el problema, más efectivo será el tratamiento, lo que puede prevenir complicaciones a largo plazo. Por tanto, es indispensable estar atentos a los signos de posibles problemas en la marcha y buscar la atención de un especialista cuando sea necesario.

Cómo detectar alteraciones de la marcha en los niños

Algunos de los signos más comunes que pueden dar la pista de que un niño puede estar desarrollando una alteración de la marcha son los siguientes:

  • Tropezones o caídas: si el niño se tropieza o cae más de lo habitual, podría ser una señal de que puede haber problemas en su marcha.
  • Dificultad para correr o saltar: cuando un niño muestra dificultad o falta de coordinación en comparación con otros de su misma edad para correr o saltar, es importante evaluar el por qué.
  • Caminar de puntillas frecuentemente: aunque algunos niños caminan de puntillas de vez en cuando, hacerlo de manera constante puede ser una señal de alteración de la marcha.
  • Cojera: es decir, una cojera persistente o el uso asimétrico de las piernas.

 

Es importante que un especialista, como el podólogo o el pediatra, evalúe al niño si se observa alguno de estos síntomas. Solo así se puede determinar la causa subyacente de la alteración de la marcha y orientar el tratamiento.

Los 3 tipos de alteraciones de la marcha en niños más comunes

La gran mayoría de las consultas debidas a alteraciones de la marcha en la infancia suelen ser por los siguientes motivos:

  • Anteversión femoral: ocurre cuando la cabeza del fémur está orientada hacia adelante con respecto al resto de la pierna, lo que hace que el niño gire el miembro inferior hacia adentro. Aunque puede parecer preocupante, generalmente se corrige de forma espontánea a medida que el niño crece.
  • Torsión tibial interna: sucede cuando la tibia del niño está torsionada hacia adentro, afectando al tobillo y al pie. A medida que el niño crece, la tibia suele rotar hacia afuera, corrigiéndose la condición de manera natural.
  • Metatarso aducto: se presenta al nacer, y se caracteriza por una curva hacia adentro del pie. En la mayoría de los casos es flexible y se corrige espontáneamente, aunque en algunos casos puede ser necesaria la intervención médica.

 

Las alteraciones de la marcha en niños no son necesariamente peligrosas. Sin embargo, su detección temprana es elemental para asegurar un desarrollo óptimo. Con el diagnóstico y tratamiento adecuados, muchas de estas alteraciones pueden corregirse o manejarse de manera efectiva.

Recuerda:

  • Las alteraciones de la marcha en niños son desviaciones en la forma de caminar.
  • Los tropezones frecuentes, la dificultad para correr o saltar o caminar de puntillas pueden ser signos comunes de alteraciones de la marcha en niños.
  • Algunos tipos de alteraciones de la marcha en niños se corrigen espontáneamente, aunque a veces es necesaria la intervención médica.