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Sexo y menopausia: claves para fomentar la vida sexual

La menopausia es una etapa de cambio en la vida de toda mujer. Los cambios hormonales que se producen pueden derivar en síntomas físicos y emocionales que impactan en la calidad de vida de las mujeres. A nivel sexual estas alteraciones pueden ocasionar que el sexo sea menos placentero, doloroso o incluso un descenso del apetito sexual. Comunicar todos estos síntomas es clave para detectar las causas y elegir el tratamiento más adecuado.

 

¿Qué entendemos por menopausia y por qué se produce?

Durante la etapa fértil de la mujer los ovarios responden al estímulo de las hormonas centrales (hipofisiarias) favoreciendo la ovulación y la producción de hormonas (estrógenos y progesterona). El objetivo de todo este proceso es que el óvulo fecundado pueda “anidar” en la capa interna del útero (endometrio) e iniciar el embarazo. Sin embargo, si no se ha producido fecundación, el endometrio se desprende dando lugar a la menstruación.

La menopausia se produce como consecuencia de la insuficiencia ovárica, de la incapacidad de responder al estímulo de las hormonas centrales y de un fracaso de la ovulación. Como resultado, al no generarse endometrio, este no se puede desprender, lo que explica la ausencia de la menstruación. La menopausia se define como el cese permanente de la menstruación. Para distinguirlo de la amenorrea, es necesario que hayan trascurridos 12 meses seguidos sin la regla.

Por lo general, la edad media en la que se produce la menopausia es alrededor de los 51 años. Esto significa que, teniendo en cuenta la esperanza media de vida, una mujer puede vivir un tercio o más de su vida tras la menopausia. En caso de que la menopausia aparezca antes, se habla de menopausia temprana (antes de los 45 años) y menopausia prematura (antes de los 40 años).

En todo caso, es necesario tener en cuenta que la aparición de la menopausia varía de una mujer a otra. Sí que es cierto que existen una serie de factores que podrían alterar su aparición. Entre los factores actualmente identificados están:

  • Factores genéticos.
  • Hábitos de vida poco saludables como el tabaco.
  • Haber sido sometida a ciertos tratamientos, como la quimioterapia o la radioterapia.

 

¿Afecta la menopausia al sexo?

La menopausia no se produce de manera abrupta, sino que su aparición es progresiva. A pesar de que es una condición natural de toda mujer, la ausencia de la menstruación implica un impacto en la salud física y vida social, laboral, emocional e íntima de la mujer.

La menopausia suele ir ligada a síntomas como los sofocos, el insomnio, la fragilidad ósea, el aumento del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o la alteración de la vida sexual de la mujer.

En materia sexual, algunas de las dudas o inquietudes más frecuentes son: ¿afecta la menopausia al sexo? ¿es posible el sexo durante la menopausia? La respuesta a ambos interrogantes es: sí, es posible. Los cambios hormonales que se producen en esta etapa se traducen en síntomas físicos y psicológicos que interfieren en la forma en la que la mujer vive el sexo. Algunos ejemplos son:

  • Ardor durante las relaciones.
  • Picor.
  • Dolor o dispareunia.
  • Sequedad vaginal.
  • Lesiones cutáneas tras el coito.
  • Bajada de la líbido o descenso del deseo sexual. El porcentaje de mujeres con bajo deseo sexual aumenta desde un 10% en torno a los 50 años hasta cerca de un 50% por encima de los 65 años.

Los factores de riesgo que pueden propiciar la alteración sexual durante la menopausia son:

  • Problemas en la relación o con la pareja.
  • Problemas psicológicos o del estado de ánimo: ansiedad, depresión o baja autoestima.
  • Desconocimiento de los cambios experimentados durante esta etapa.
  • Falta de información sexual.
  • Trastornos médicos severos de patologías diversas o algunas medicaciones.

 

Durante la menopausia se puede disfrutar del sexo

Es importante que durante la menopausia toda mujer sea consciente que puede y debe disfrutar de sus relaciones sexuales. En ocasiones, por desconocimiento, pudor o resignación las mujeres no comunican las alteraciones sexuales que están viviendo.

Cuando una mujer experimente una disminución del deseo sexual o malestar durante sus relaciones, será el momento de consultar y ponerse en manos de un especialista.  Recurrir al equipo médico permitirá evaluar la gravedad de los síntomas, determinar las causas y abordarlas. Existe una amplia gama de soluciones que permiten adaptarse a cada caso y sus necesidades.

Algunas de las recomendaciones más habituales para evitar que la menopausia interfiera en el sexo son:

  1. Eliminar el uso del tabaco, disponiéndose en los casos que se necesario de terapia de deshabituación tabáquica.
  2. Ejercicios del suelo pélvico o Kegel. Los ejercicios de Kegel ayudan al control de la musculatura vaginal, lo que puede ser un complemento para reducir el dolor vaginal causado por la actividad sexual.
  3. Gestionar adecuadamente los factores psicológicos subyacentes como la ansiedad o depresión.
  4. Trabajar la calidad de la relación por pareja. Por ejemplo, recurrir a sexólogos o cambios necesarios en el estilo de vida para resolver los conflictos fruto del estrés.
  5. En caso de sequedad vaginal, valorar el uso de lubricantes o hidratantes vaginales.
  6. Uso de dilatadores progresivos.
  7. Uso de terapia hormonal en caso de que fuese necesario.

 

Recuerda:

  • La menopausia es una etapa natural de toda mujer, pero implica cambios físicos y en su calidad de vida.
  • Durante le menopausia, es posible que las relaciones sexuales se vean alteradas y la mujer no disfrute del sexo como debería.
  • En caso de experimentar un descenso del deseo sexual o relaciones molestas es necesario acudir a un especialista para que valore la situación.
  • Existen una amplia gama de soluciones que minimizan el impacto que la menopausia puede tener en el sexo.